Escúchate: el primer paso para cambiar tu vida
- Humberto Acuna
- 4 jul
- 3 Min. de lectura

Cerrando un ciclo de conversatorios, les dije a los participantes: “Si algo quisiera que se llevaran de estas cinco reuniones, sería esto: aprender a escucharse”.
Sí. Tan simple —y tan poderoso— como eso.
Escucharte cuando hablas. ¿Qué dices realmente? ¿Qué palabras usas?¿Coinciden con lo que sientes?¿Estás hablando desde la rabia, la tristeza, el amor o la resignación?
Cuando te escuchas, puedes buscar coherencia entre lo que piensas, sientes y haces.Y cuando hay coherencia, hay poder.
¿Te ha pasado?
A mí sí. Muchas veces.
Pensaba “sí”, sentía “no”, y decía “ya vuelvo”.O estaba de mal humor, pensaba “estoy mal”, pero actuaba con amabilidad.O decía que estaba tranquilo, pero por dentro sentía inseguridad, y actuaba con dureza.
Ese tipo de incoherencia te agota.Te desconecta de ti mismo y te hace vivir por inercia.
¿Cuántas veces has estado en trizofrenia?
En sesiones de coaching suelo preguntar esto.Casi todos responden:“Muchas… pero sigo adelante”.
Y yo me pregunto:¿Hacia dónde vas si no sabes quién eres, qué sientes o qué necesitas?
Seguimos en automático. Sin pausa.Movidos por hilos invisibles que otros colocaron en nosotros.
¿Por qué cuesta tanto cambiar?
Porque da miedo. Porque duele.Y porque el automático nos enseñó a sobrevivir.
Pero ese “triunfo” de la trizofrenia es una trampa.Ganas algo afuera, pero pierdes algo adentro.
Te lo digo por experiencia.
Yo también viví en automático
Llevo más de 15 años trabajando este tema en mí.Antes, como muchos, decía que sí a todo.Aun cuando mi cuerpo pedía descanso, mi mente decía “debes hacerlo” y mi boca repetía:“¡Yo lo hago!”
Eso me costó salud, semanas lejos de casa, e incluso un accidente de tránsito que casi me cuesta la vida.
Desde entonces, aprendí a hacer algo distinto:Escucharme.
¿Cómo se empieza a escuchar uno mismo?
1. Mis palabras
Al principio, solo analizaba mis conversaciones:— ¿Por qué no dije esto?— ¿Por qué me callé?
Más adelante, en una sesión de coaching, mi coach me dijo:“¿Escuchaste lo que dijiste?”
Y no… no lo había escuchado.Allí entendí que muchas cosas en mi vida tenían sentido cuando prestaba atención a mis propias palabras.
2. Mi cuerpo
Cuando decía “sí” sintiendo cansancio, me pasaba factura.Comencé a notar señales: la sed, la tensión, el nudo en el estómago.Y me hacía preguntas:— ¿Qué me está diciendo mi cuerpo?
Hoy me tomo pausas, camino, respiro, y bebo agua a tiempo.
3. Mis emociones
Aprendí que si no escuchas lo que sientes, actúas desde el impulso.Un día, en una tienda, algo me molestó.Sentí rabia. Me escuché. Me detuve. Respiré.Y eso me permitió responder distinto.
4. Mi conciencia
Cuando corro, me pregunto:— ¿Cómo estoy respirando?— ¿Qué pienso?— ¿Qué siento?
Y cuando todo está en orden, me digo:“Todos los sistemas OK”Y sigo adelante.
Escucharte es vivir despierto
Escucharte te da poder para intervenirte.Para cambiar tu lenguaje interno.Para tomar decisiones más conscientes.Y sobre todo, para ser coherente contigo.
Hoy sé que si salgo un domingo por obligación, no lo voy a disfrutar.Pero si decido conscientemente salir, también puedo decidir disfrutarlo.
Como decía Séneca:“Este instante es lo único que tienes”.
Entonces…¿Para qué vivirlo con rabia? ¿Por qué no vivirlo con presencia y calma?
No es fácil, pero es posible
Escucharte requiere práctica.No es mágico. No es automático.Pero es el primer paso para cambiar tu vida, mejorar tus relaciones y conectar de forma más real contigo y con los demás.
Empieza ahora.Haz una pausa.¿Qué estás pensando mientras lees esto?¿Qué estás sintiendo?Ahí comienza tu entrenamiento.
¿Te gusta mas lo visual? ¿Videos?, te dejo mi canal de Youtube
Fácil no es. Imposible tampoco.
Comments