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ACEPTAR: EL SECRETO PARA VIVIR EN PAZ

  • Foto del escritor: Humberto Acuna
    Humberto Acuna
  • 4 mar
  • 2 Min. de lectura

Si quieres vivir en paz y armonía, hay un secreto: ¡ACEPTAR!.


Detrás de cada situación que te molesta, incomoda o duele, hay algo que te niegas a aceptar. Quieres que sea diferente, pero no puedes cambiarlo. Y mientras sigas luchando contra lo inevitable, esos pensamientos, emociones e ideas volverán una y otra vez, desgastándote.


Luchamos contra lo que no podemos cambiar, y eso nos drena.


Persona nadandose en un rio contra la corriente
Imagen genarada por Chat GPT

Piensa en frases como:


  1. "No puedo aceptar que esto sea así."

  2. "¿Por qué a mí?"

  3. "¡Qué injusticia!"

  4. "Nunca cambias, todo es igual."

  5. "Si yo hubiese sido él/ella, no habría hecho eso."


¿Te suenan? Estas verbalizaciones te mantienen atrapado en la ira y el resentimiento. Se te va la paz, te desgastas y, lo peor, no avanzas.


Nadar contra la corriente te ahoga


Cuando no aceptamos, es como nadar contra una corriente fuerte: gastas toda tu energía, te estresas, te cansas… y terminas ahogándote.


En redes sociales te dicen:Aceptar lo que no puedes cambiar es el camino a la felicidad. Y suena bonito, pero en la realidad, aceptar no es fácil ni rápido


Aceptar requiere trabajo, esfuerzo y valentía. Significa entender que muchas veces el cambio depende de ti, que el mundo no gira a tu alrededor y que tu paz es tu responsabilidad.


Cómo empezar a aceptar


1. "Si yo hubiese sido él o ella, habría actuado diferente."


No, no lo habrías hecho diferente. Si hubieras tenido su misma historia, educación, miedos y creencias, habrías hecho lo mismo.


¿Qué puedes hacer?


Escuchar y entender al otro. No somos iguales. Incluso hermanos criados en la misma casa piensan distinto. Si te das el permiso de conocer la historia de la otra persona, podrías reinterpretar lo que pasó y verlo con otros ojos.


Hablarlo. Explica con claridad qué te lastima y qué esperas. Pero ojo: son tus expectativas, no las del otro.


Soltar. A veces, la única salida es cerrar el ciclo*. Si el otro no puede o no quiere cambiar, ¿cuánto más vas a desgastarte?


2. "No tenía que haber hecho eso, tomé una mala decisión."


Nadie toma decisiones pensando que van a salir mal. En ese momento, con la información que tenías, hiciste lo mejor que pudiste. **Deja de castigarte.**


3. "¿Por qué a mí?"


Gran pregunta… si la respondes con honestidad. Pero la mayoría la usa para victimizarse. Y cuando te haces la víctima, pones la solución fuera de ti. **Y ahí no la vas a encontrar.**


4. Esto pasó porque tenía que pasar.


A veces, simplemente estabas en el lugar y momento "indicado". ¿Para qué? Tal vez para aprender, tal vez porque, en esa mágica conexión del universo, esto ya estaba pactado de alguna forma.


Aceptar no es rendirse, es liberarse


Aceptar no es resignarse ni quedarse de brazos cruzados. Es entender la situación, tomar responsabilidad y avanzar.


Tu paz no depende de los demás. Depende de ti. Y tú decides si sigues luchando contra la corriente o te entregas para ahorrar energía y ver nuevas opciones en el camino.


Un fuerte abrazo

Nos leemos en la próxima entrega




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