top of page

¿Por qué nos cuesta tanto decir "NO"? Rompe el ciclo y aprende a poner límites

  • Foto del escritor: Humberto Acuna
    Humberto Acuna
  • 20 feb
  • 2 Min. de lectura

¡No sé decir que NO!


Uno de los mayores retos en el desarrollo personal es aprender a decir "NO". Poner límites es clave para nuestra autoestima, pero muchas veces nos cuesta. ¿Por qué? Porque tememos el rechazo, la culpa o el conflicto. Pero, ¿qué pasa cuando nunca decimos "NO"? Nos agotamos, nos sentimos usados y terminamos desconectados de nosotros mismos.

Alexander Lowen, en Miedo a la vida, lo expresa así: "Al sentir que no somos ni merecemos ser amados, nos da miedo ofrecer amor y pedir respeto. Como tememos recibir una respuesta hostil, no nos permitimos hablar ni actuar libremente".

Rafael Echeverría añade: "El decir NO es una de las declaraciones más importantes. A través de ella asienta su autonomía y su legitimidad como persona". Cada vez que callamos un "NO" por miedo, comprometemos nuestra dignidad.


Mujer diciendoosla NO
Photo by Nadine E on Unsplash

¿Te cuesta decir "NO"?


Si te identificas con alguna de estas situaciones, es hora de reflexionar:

  • Sientes que todo el mundo te exige demasiado y terminas agotado.

  • Te cuesta identificar por qué sientes que abusan de ti.

  • Esperas que los demás te den lo mismo que tú entregas y, cuando no ocurre, te duele.

  • A veces murmuras y te quejas, pero igual terminas haciendo lo que no querías hacer.

  • Con algunas personas es fácil decir "NO", pero con otras simplemente no puedes.


¿A quién no le dices "NO"?


Ponte a prueba. Pregúntate:

  • ¿A quiénes les digo "NO" con facilidad?

  • ¿A quiénes me cuesta decirles "NO"?

  • ¿Qué historia me cuento para justificarlo?


Por ejemplo, hay personas que no pueden negarse ante su pareja, su jefe o su familia. Y eso puede llevarlos a perder su autenticidad. Se adaptan tanto a los deseos de otros que dejan de saber qué quieren. Frases comunes en estas personas son:


  • "Lo que tú quieras".

  • "Donde tú decidas".

  • "A mí me da igual".


Pero en realidad no les da igual. Simplemente han olvidado ponerse en primer lugar.


¿Por qué nos cuesta poner límites?


  1. Miedo a hacer daño: Creemos que decir "NO" lastimará a otros. Pero, ¿acaso un padre que no pone límites ayuda a su hijo?

  2. Temor a perder a alguien: Pensamos que si decimos "NO", nos rechazarán. Pero cuando alguien te valora de verdad, un "NO" no cambia la relación.

  3. Hábitos aprendidos: Desde niños nos premiaron por ser obedientes y complacientes. Crecimos creyendo que decir "SÍ" nos haría más queridos.


¿Cómo empezar a decir "NO"?


  1. Escucha tu cuerpo y tus emociones: Si sientes molestia o incomodidad, pon atención. Tal vez sea una señal de que necesitas poner un límite.

  2. Haz tu declaración de dignidad: Dite a ti mismo: "Merezco respeto. Tengo derecho a elegir. No tengo que complacer a todos".

  3. Prácticalo frente al espejo: Mírate, extiende los brazos y di "NO" con firmeza. Hazlo hasta que suene natural.


Aprender a decir "NO" no significa volverte una persona egoísta. Significa reconocer tu propio valor y dejar de poner las necesidades de los demás por encima de las tuyas. Como dice Osho: "Empiezas a ser libre cuando superas un miedo".


¿Y tú, estás listo para decir "NO" sin culpa? ¡Adelante!

Comments


bottom of page